lunes, 14 de junio de 2010

Introducción Histórica y Contextual del Arte Urbano

¿Qué es el arte urbano?

Se considera arte urbano a todo aquello que engloba a las diferentes expresiones artísticas que se representan en la calle como forma de protesta o como simple representación artística de un aspecto de la cultura popular o tradicional de una zona concreta o simplemente de los movimientos sociales más predominantes en cada territorio.

Precisamente, debido a ese carácter urbano y de reflejo de la sociedad que vive en cada zona y con la ventaja de localizarse en lugares públicos y muy transitados, el arte urbano pretende sorprender a los espectadores tanto esporádicos como fieles. Suele tener un llamativo mensaje subversivo que critica a la sociedad con ironía e invita a la lucha social, la crítica política o, simplemente, a la reflexión. Sin embargo, existe cierto debate sobre los objetivos reales de los artistas que actualmente intervienen el espacio público

Este arte urbano se puede reflejar en distintas variantes: graffiti, teatro callejero, música en la calle, etc. Desde la década de los 90, este arte callejero se está extendiendo por casi todas las ciudades del mundo, pero tienen sus principales referentes en Nueva York, Londres, Barcelona, Berlín o México DF entre otras. Es desde esta época cuando cobran mayor importancia el trabajo de un conjunto heterogéneo de artistas que han desarrollado un modo de expresión artística en las calles mediante el uso de diversas técnicas (plantillas, pósters, pegatinas, murales....). La mayoría de estos trabajos incluían un mensaje político, algo que empezó a florecer con las revueltas estudiantes en el París de la década de los 60.

Sin duda alguna, la máxima expresión del arte urbano es el graffiti, cuyo desarrollo histórico estudiamos a continuación.

Desarrollo Histórico

Para hablar del desarrollo histórico hay que hacer una diferenciación y realizar dos explicaciones evolutivas distintas: un breve desarrollo histórico del concepto de urbanismo y una evolución histórica del graffiti como expresión máxima del arte urbano o arte callejero.

El Urbanismo como concepto

El término urbanismo, en sentido estricto, es un neologismo creado en 1868 por el ingeniero español Ildefonso Cerdá en su obra Teoría General de la Urbanización, y que significa ciencia y Arte de la ordenación urbana. Esta es la acepción primera del término urbanismo, acuñado para designar a una disciplina nueva surgida a fines del siglo XIX, como práctica de la transformación y construcción de la ciudad en la era industrial. El “urbanismo” es una ciencia y teoría de la ciudad, una disciplina de carácter reflexivo y crítico, o sea, con pretensión científica.

Pero frente a esta primera acepción, original y restringida del término, urbanismo se utiliza asimismo en una acepción mucho más amplia e imprecisa al referirse a todo lo relativo a la ciudad (morfología urbana, mentalidad, legislación). Por esto, el término se extiende y aplica a todas las sociedades urbanas del pasado (urbanismo griego, romano, etc.) con lo que se da lugar a una historia del urbanismo como Historia del Arte urbano a través de las diferentes culturas.

Después de 1945 el urbanismo ha conocido una expansión sin límites tanto en la teoría como en la práctica. La ciudad se ha convertido en el tema de estudio y experimentación de numerosos profesionales, entre los que destacan geógrafos, sociólogos, arquitectos, ingenieros, historiadores, filósofos y escritores. Como resultado de esta concurrencia hoy día el urbanismo es considerado como una ciencia pluridisciplinar, que abarca un área de estudio y de práctica muy amplia.

Aquí nos interesa tan sólo la consideración de la ciudad desde el punto de vista de la Historia del Arte, en la medida en que nuestra disciplina posee un punto de vista específico y autónomo sobre la ciudad como obra de arte. En esta línea el pionero fue el profesor francés Pierre Lavedan, que acuñó el concepto de Arte urbano para designar a los distintos sistemas de proyección y realización de la ciudad a través del tiempo. Como historiador del Arte, Lavedan entendía la ciudad como un continuo espacio-temporal, como el resultado de la evolución de las formas urbanas.

El arte urbano es un término acuñado para de signar a todo lo que se refiere a la morfología y arquitectura de la ciudad, a las arquitecturas y los espacios urbanos considera dos conjuntamente, es decir, desde los trazados de calles y plazas hasta las composiciones volumétricas de los edificios, sin olvidar los monumentos históricos, las esculturas, el mobiliario urbano, etc.

Historia del Graffiti

Se puede considerar como inicio de un “graffiti arcaico” a la época de los romanos, ya que estaba muy extendida la costumbre de la escritura ocasional sobre muros y columnas, esgrafiada y pintada, y se han encontrado múltiples inscripciones en latín vulgar con consignas políticas, insultos, declaraciones de amor, etcétera. A lo largo de la historia se han visto algunos guiños a este tipo de expresión escrita en superficie fija pero sin una continuidad. Se habla de marcas de marineros y piratas con sus seudónimos o iniciales marcadas sobre las piedras o grutas que visitaban, de algún graffiti encontrado en Túnez durante la II Guerra Mundial o sobre un músico de jazz en clubs de Estados Unidos en la década de los 50.

En 1960, Cornbread de Filadelfia, junto con su compañero Kool Earl, ayudaron a definir el papel del graffiti. Primeramente se inició en ello para llamar la atención de una muchacha que le gustó, pero pronto esto se le volvió una misión a tiempo completo. Las proezas de Cornbread pronto fueron hechas públicas por la prensa creándose una retroalimentación que hacía que los periodistas le propusieran ideas que posteriormente realizaría el propio graffitero.

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Mural en Nueva York, años ´80

Sin embargo, la historia más conocida apunta a que quien la inició fue Taki 183, un joven mensajero que vivía y trabajaba en Manhattan y viajaba a los distintos distritos de Nueva York, comenzando a escribir su nombre en los vagones, paredes y en todas partes que visitaba haciendo además referencia a la calle donde vivía: La 183. Esta firma comenzó a ser notada por muchas personas y comentada en los sectores urbanos generando interrogantes y teorías. La firma o tag de Taki 183 se hizo tan notoria que en 1971 un reportero del New York Times le siguió la pista hasta que lo pudo localizar y entrevistar, con el consiguiente impacto del artículo entre los niños y jóvenes de la ciudad, que se lanzaron a crear sus propios tags a imitación suya. Otros autores que destacaron de esta época son SEN TFK, Franquean 207, Tree 127, Julio 204, Cay 161, Junior 161 o Eddie 181.

El primer lustro de los años 70 se conoce la historia del graffiti como Era Pionera ya que hubo giros de estilo y popularidad entre los escritores. Se empezaron a extender las firmas o tags de los propios escritores como modo de darse a conocer entre propios y extraños. Los tags no son una simple firma, sino que los escritores buscaban reflejar un estilo propio en la elaboración y expresión de su apodo como graffitero. Además, en esta época los graffiteros hicieron sus propios dibujos en cocheras y apartaderos donde dormían los trenes, donde de la noche a la mañana aparecían los vagones repletos de firmas. En esta época de esplendor y explosión de ideas dentro del mundo del graffiti, se fueron estableciendo ciertos cánones a seguir entre los escritores de más prestigio (grosor de las letras, modo de elaboración de las firmas).

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Tag en  New York, 1980

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Tag en  New York, 1980

En la segunda mitad de la década de los años 70, la influencia del graffiti se fue extendiendo a lo largo y ancho de todo Estados Unidos y empezaron a surgir pequeños conatos de expansión en ciertos lugares de Europa (Londres, Berlín). La locura del graffiti en Nueva York era tal que en 1975 se empezaba a debatir la otorgación del título de All City King como el dibujante más importante de la ciudad. Sin embargo, ese título era muy difícil otorgárselo a un solo graffitero y se disputaba entre varios de gran relevancia (Temp 169, Los fsk, o Nose entre otros). La importancia mediática que fue adquiriendo el graffiti hizo que en 1977 la cadena televisiva ABC mostrara cómo viajaban los trenes pintados por el metro neoyorquino. Pinturas elaboradas por escritores como Diablo y Pnut 2, Lee y The Fabulous Five tenían la “aprobación social” de la gente que tenía una relación cercana con el mundo del graffiti.

A finales de los años 70, la MTA (Metropolitan Transit Authority) de Nueva York comenzó su encarnizada lucha contra el graffiti y se comenzaron a tomar medidas tales como instalar nuevas vallas más sofisticadas en las cocheras de los vagones de metro o recubrir los vagones con pintura resistente y aumentar la vigilancia. Esto hizo empezar a decaer el graffiti y algunos graffiteros buscaron artimañas para seguir adelante en esta particular lucha. Otros buscaron otras alternativas como la de viajar rumbo a Europa para dar a conocer esta subcultura en el viejo continente (este hecho es uno de los componentes de la posterior difusión de esta cultura en el viejo mundo, aparte de otras, especialmente las favorecidas por los medios de comunicación).

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  Mural del South Bronx, años `90

Fue una época donde se empezaron a promulgar leyes restringiendo la venta de pintura a los jóvenes, se obligaba a los vendedores a guardar la pintura bajo llave y se endurecieron las penas contra el graffiti. No bastó con tener a las autoridades en contra, sino que la propia sociedad e incluso los medios de comunicación (a través en muchos casos de campañas políticas) empezaron a volverse contra ellos. Surgieron brigadas e incluso asociaciones de vecinos anti-graffiti que promovían campañas, carteles. Surgieron anuncios en televisión y en la prensa intentando tomar conciencia del mal que las pintadas producían en la sociedad. Todo esto hizo a los graffiteros mucho más territoriales y agresivos.

En 1989 el tránsito del metro de Nueva York estaba básicamente limpio excepto en aquellos tramos que transitaban por zonas como el Bronx o Brooklyn. Muchos graffiteros se habían marchado y muy pocos continuaban pintando. Durante estos años, se vieron grupos como "RIS", "COD", "TC5", "AOK", que produjeron algunos whole cars. A finales de esta década la severidad de las leyes condujo a muchos graffiteros a marcharse.

Ellos llamaron la escena de aquel entonces Clean Train Movement (El movimiento tren limpio). También fomentó la resurrección del writing de forma inconsciente el acto de que la MTA empezó a retirar vagones averiados a cocheras para chatarra en Brooklyn, lo que hizo que los apasionados del metro volvieran a la carga impulsados por la esperanza de revivir los viejos y mejores tiempos, o por el simple hecho de tener una foto con su pieza en un vagón de metro neoyorquino. Con el crecimiento comercial de los videojuegos se ve el uso del graffiti en una manera positiva.

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Nueva York, 1999

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Los Ángeles, 2000

Breve desarrollo histórico en España

En España, la evolución histórica del graffiti es escasa debido a la introducción tardía y peculiar de este tipo de arte urbano en la sociedad española por el contexto histórico y social del país. La firma con aerosoles empezó de una manera peculiar, denominado como "estilo flechero" al parecer espontáneamente, mientras que en el resto de Europa fue por influjo estadounidense. Además, a principios de la década de los 80 y con la corriente social surgida con la movida madrileña, varios jóvenes se pusieron a escribir en las calles, los metros, las estaciones, etc., con sus rotuladores primero y después con aerosol.

Uno de los precursores del graffiti en España fue Muelle, cuyo nombre real es Juan Carlos Argüello, en 1980 y en los años siguientes le siguieron otros como Bleck (la Rata) y Glub. Era un movimiento descontrolado, con mucho respeto entre los graffiteros y se les empezó a conocer como graffiti autóctono madrileño. A esta corriente también se la ha llamado a veces despectivamente «flecheros», por la inclusión de flechas en sus firmas.

En la década de los 80 se extendieron por todo el país los estilos de graffiti más similares al estilo del resto de Europa y de Estados Unidos: pintadas, trenes, metros y todo. Destacan el grupo QSC (con figuras importantes e influyentes como KOOL, JASTONE; SNOW, SEONE...), Koas (escritor madrileño relacionado con QSC que realizó multitud de pintadas en trenes y metros en Madrid), SPC y PTV en Madrid, aparte de DTY y A3 en Barcelona.

Los años 90 en España están profundamente marcados por la aparición de una marca de sprays de pintura especializados para graffiti, Montana, que permitió ampliar la posibilidad de introducirse en este tipo de arte. Como grupos importantes en los años 90 cabe destacar en Madrid a CEX, KR2 o TBC, en Barcelona a grupos como TSK, en Sevilla GAS o TOMATO y grupos formados por escritores de varias ciudades como los GIPSY KINGS con escritores de Valencia y Mallorca (Hanem, Drim, Scawt, Hock...) o ALTO CONTRASTE con escritores de Salamanca y Cáceres (Agu, Slop, Eseon, Ares, 8a, Thone, Sonbaty).

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Trenes en Madrid, 2000

¿Por qué existe el arte urbano?

El arte urbano surge como una forma de expresión reivindicativa de críticas u opiniones sobre la situación social de aquellos grupos sociales que habitan en las distintas zonas urbanas de una ciudad. Podemos considerar dos características básicas para explicar esta existencia del arte urbano:

  • Los criterios y anhelos de los grupos o comunidades integrantes de la sociedad son reflejo de su naturaleza y tratan de expresar con imaginación sus sentimientos, sueños y realidades.
  • Se formula para ser disfrutado por una mayoría de la población y por lo tanto no se apoya en criterios estéticos obsoletos o temáticas que están lejos de esta mayoría y, sobre todo, busca espacios nuevos para que esta proximidad sea más efectiva.

Normalmente estos nuevos movimientos emergentes y críticos con el sistema establecido están fuera de los circuitos artísticos generados por el poder, innovan la realidad artística del momento y son eco de lo que podemos llamar “culturas de la calle”, que en un podemos denominar como aquellas que nacen a partir de movimientos sociales que sólo disponen de la calle, el espacio público, el espacio de todos, para expresarse.

Subcultura y Arte Urbano como Herramienta Política

Podríamos considerar el urbanismo como la disciplina que tiene como objetivo el estudio de las ciudades, cuya responsabilidad es ordenar y gestionar los sistemas urbanos. Paralela a esta definición rígida y estática del urbanismo ha surgido en la historia reciente otra forma de redefinirlo, como la disciplina nada disciplinada de hacer de las ciudades, de las calles y espacios públicos una forma de expresión, de comunicación con el mundo. Se trata de tomar como herramientas la sociología, la arquitectura, las formas urbanas, etc, para crear un urbanismo dinámico que consiga gestionar la producción y distribución de la cultura por medio de cada edificio, escultura, calle o recodo de la ciudad. Es notable el cambio que se produce en las ciudades desde finales de los años sesenta, mediante un sabio proceso de rectificación de los excesos del urbanismo funcionalista poco atento a la cualificación y el potencial cultural de la ciudad. El objetivo, crear una ciudad viva que sea un instrumento funcional y cultural a la par.
Y en este nuevo marco del urbanismo toma un papel fundamental el Arte Urbano, como forma de expresión, como reclamo político y cultural. La ciudad se convierte en escaparate y máximo exponente de la libertad de expresión. En los últimos años se ha producido un incremento notable en la proyección mediática y social de ese tipo de arte, pero no es un fenómeno que acabe de surgir, lleva décadas implantándose en las ciudades de todo el mundo, colándose en sus calles.
El arte urbano surge como forma de reivindicación política anárquica en cuanto que no esta regulado institucionalmente y cuyo signo diferenciador es la autoría de la juventud.
El arte urbano es un cajón desastre que reúne corrientes de actuación muy diferentes en origen, forma e intención. Su versión más conocida es la técnica del graffiti, considerada como una forma marginal de cultura pero no por ello inferior en cuanto a sus capacidades expresivas. Es la representación más primaria y reivindicativa del arte urbano, basada en tomar las paredes de la ciudad como un papel en blanco al alcance de quién tenga algo que exponer al mundo. Ha sido la técnica más utilizada durante años para expresar la disconformidad con la falta de expresión o los derechos sesgados.



En las calles coexisten todas las ramas del arte urbano, desde el graffiti a las representaciones más críticas y reivindicativas de la sociedad pasando por aquellas obras que se concentran precisamente en el arte. Obras cuyo único objetivo es la pura recreación visual, una forma de convertir las calles de la ciudad en un museo gratuito e independiente.
Pero lo más interesante quizá es que todas estas corrientes tienen un punto en común que es la verdadera esencia de este arte, la total libertad del autor. Son obras autónomas, independientes realizadas en espacios públicos con el único permiso e iniciativa del autor, es él quién decide el mensaje, la forma, el público y el lugar. No hay un organismo que regule qué tipo de arte es el que corre por las calles de la ciudad, no hay reglas que prohíban mensajes incómodos ni críticas a la sociedad y esto es lo que ha hecho que el arte urbano se constituya en los últimos años como una herramienta política que fue cobrando desde su surgimiento cada vez más fuerza. Pero es obligado mirar las dos caras de la moneda: como ventaja surge la imponente libertad de expresión, la libertad de reclamar un espacio que es público como propio; el inconveniente radica en que, precisamente por la ausencia de una autoridad reguladora, el arte urbano ha sido perseguido y sus impulsores multados y tratados como delincuentes. Y es que no es oro todo lo que reluce, en ocasiones los individuos abusan de la libertan de expresarse donde y como quieran destruyendo en ocasiones fachadas, esculturas y monumentos que forman parte de la cuidad como conjunto artístico. Durante décadas se ha hablado del arte urbano peyorativamente como el arte de la calle, como un elemento destructor de la ciudad.
Pero esto ha cambiado. En los últimos años ha empezado a reconocerse el arte urbano como un verdadero tipo de arte, como una forma de expresión. Hoy por hoy muchas ciudades y empresas del mundo entero confían en graffiteros y artistas urbanos para decorar locales, edificios o participar en campañas de publicidad. No es extraño que surja la correspondiente duda de si se reconoce el arte urbano como arte o sólo se reconoce su potencial como herramienta política. El arte urbano se ha consolidado como una realidad de cada ciudad y cada rincón del mundo, una realidad incómoda para instituciones y empresas, y cada vez más difícil de erradicar. En algunos casos se considera una mejor opción la alianza e inversión en un producto aunque no se crea en él que el gasto generado al intentar eliminarlo.

Precisamente gracias a esta mediatización el arte urbano está perdiendo una de sus mayores ventajas, la libertad de contenidos. Está convirtiéndose progresivamente en nueva estética publicitaria en la que el artista sólo tiene libertad de expresión en cuanto a la forma pero tiene estipulado el mensaje que debe transmitir.
Así el arte urbano pasa de ser una práctica alegal, de reivindicación cultural, política e ideológica a interesar como práctica reglada e institucionalizada.
Instrumento de comunicación política, el arte urbano ha pasado de presentar una oposición al poder establecido constituyéndose como una subcultura o contracultura a dejarse influirse por las transformaciones sociales y los cambios en los modelos de referencia y los sistemas cognitivos, perdiendo así ese carácter de independencia y perdiendo por lo tanto su esencia, la existencia de un motivo por el que reivindicar.

Aún así, siguiendo la génesis que identifica al arte urbano, cada año se crean proyectos que hacen de él "una herramienta comunicación alternativa y de contracultura, manifestaciones surgidas en escenarios de resistencia cultural, las cuales proponen desde lo comunicativo y lo artístico, múltiples formas de expresión alternativas a la preponderante manera de comunicar y hacer cultura en las sociedades de hoy, en donde el arte y la cultura se convierten en mercancías y medios de reproducción de modelos y conductas que refuerzan la desigualdad e inequidad. Por ello dichas manifestaciones son una respuesta que intenta impulsar otras formas de transmitir conocimiento e información de manera diferente a como lo hacen los medios masivos de comunicación (Televisión, Radio, Teléfonos, computadoras y juegos de video), ya que los mensajes son diferentes en cuanto a su contenido y su forma (mensajes con un sentido político, puestos en la calle para que sean vistos, sin ninguna intermediación del mercado y con un criterio estético particular).

Las lecturas de aquellas manifestaciones, plantean que la cultura en las actuales sociedades capitalistas tiene una doble función, por un lado, es instrumento de difusión masiva de valores que afianzan las desigualdades entre las gentes y los pueblos; y por el otro se convierte en simple mercancía susceptible intercambiada como cualquier articulo lo cual implica que esté sujeta a estar manejada por relaciones económicas, perdiendo su autonomía y con ello su capacidad creadora. Frente a ello surgen propuestas en “contra” de aquella especulación de la cultura, las cuales hacen critica a ello desde diferentes formas de comunicar y expresar la deshumanización que produce la cada vez más creciente economización de todas las esferas de la vida humana, producto del sistema actual"
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Ejemplos de arte urbano como comunicación política:
Más que como una pura expresión artística, el arte urbano ha sido en determinadas épocas y países una verdadera arma de lucha política. Desde el muro de Berlín espacio de disgregación y de reivindicación hasta las calles de Belfast, convertidas en superficies ilimitadas para la expresión, el arte urbano ha servido de instrumento de lucha contra la opresión y de confrontación pacífica. Las pintadas o graffitis son una identidad, una marca, un sello, pero también son una expresión casi siempre reaccionaria que enfrenta lo que está establecido; como en España, durante el Franquismo y la Transición, cuando los murales encendían la vida social y política con mensajes que no tenían cabida en otros ámbitos.










Centramos la atención, sin embargo, en Irlanda del Norte. Asolada por unos conflictos fratricidas que han tenido a la provincia en una constante guerra civil durante más de 70 años, los murales de los edificios, las pintadas, delimitan zonas, marcan fronteras invisibles que construyen representaciones aceptadas por todos. Verde, blanco y naranja: católico y republicano; azul, blanco y rojo: protestante y unionista.
Las farolas, las aceras y las casas se adornan de unos símbolos con una carga política e ideológica mayor que las propias palabras y los artistas trabajaban con esmero los murales conscientes de que el más atractivo sería el más visitado y, por ende, el que a un mayor número de personas transmitiría el mensaje. Porque cuando hablamos de arte urbano como forma de comunicación política nunca nos referimos a expresiones carentes de sentido y de significaciones.










Artes Urbanas en un mundo de exclusiones: Trascendiendo fronteras, espacios y géneros

La Creatividad que surge de la calle

En esta disertación introductoria al Segundo Encuentro Internacional de Culturas Urbanas en Buenos Aires en abril de 2004, se considera que el arte (o la creación artística, más concretamente) es uno de los elementos fundamentales para el sostenimiento y existencia de la sociedad solo por detrás de aquellas necesidades básicas como pueden ser la alimentación, la vivienda, la educación o la sanidad. Es considerado (junto a la cultura) como un bien necesario a la hora de completarnos como seres humanos gracias a que sirve para desarrollar la imaginación, la percepción y la vida espiritual.

Sin embargo, a la hora de hablar del arte, hay que hacer una distinción básica entre el “arte” y la cultura popular. La primera proviene de las altas esferas de la clase social desde tiempos inmemorables y ha tenido una “protección” intelectual al ser estudiada y analizada en lugares de estudio (universidades y museos), mientras que la cultura popular se ha difundido por las capas más bajas de la sociedad y apenas han tenido relevancia por aquellos que sí protegían y estudiaban el primer tipo. En la actualidad, el primer tipo se conoce como arte contemporáneo y el segundo como arte urbano.

Por esta introducción social expuesta, podemos señalar que el arte contemporáneo es aquel que se da en espacios cerrados y dirigido a una minoría en relación a su educación o economía, responde a criterios estéticos o temáticas lejanos al interés general y no responde a inquietudes de las sociales actuales. Por su parte, el arte urbano nace de los anhelos de los grupos integrantes de la sociedad como reflejo de su naturaleza y tratando de expresar con imaginación sus sentimientos, sueños y realidades, todo ello realizado para ser disfrutado por una mayoría de la población sin apoyarse en criterios estéticos obsoletos y buscando espacios nuevos próximos.

Con este panorama, la idea que se promueve es la de hacer converger estos dos tipos de creatividad que se han ido desarrollando y evolucionando de forma separada a lo largo de los siglos, ya que no tiene sentido que sigan por separado ante un modelo social democratizador e igualitario que se promueve de forma global desde finales del siglo pasado. Pero, esta convergencia se ha de hacer de de forma correcta sin que los poderosos se apropien indebidamente de la cultura urbana, ya que los grupos que ostentan el poder económico y social intentan atraer a los creadores con más talento para controlar sus críticas y cuestionamientos de los modelos sociales imperantes

Normalmente los movimientos urbanos están fuera de los circuitos artísticos generados por el poder y son eco de las conocidas "culturas de la calle. Por eso mismo los grupos emergentes, próximos a la sensibilidad de las mayorías, son atraídos por la industria y la sociedad de consumo que banalizan sus contenidos hasta hacerles perder toda la carga transgresora que poseen y, así ponerse a disposición de un mercado que no hace más que aumentar sus beneficios.

Para que ambas “artes” puedan llegar a converger deben, por una parte, hacer llegar el arte y la cultura a la mayoría de la población y, por otra, mejorar la calidad de la creación de nuestros artistas. En este sentido, se proponen varias actuaciones a realizar:

  • El arte popular tiene que atraer para si los artistas con más talento y formados, y trabajar conjuntamente con ellos para innovar y renovar su trabajo creativo. Los grupos emergentes deben contar con la ayuda de artistas expertos y experimentados para juntos desarrollar las nuevas propuestas artísticas.
  • Los espacios de creación y exhibición deben estar lo mas cerca posible de la gente. Se tienen que poner en marcha políticas de proximidad dando apoyo a centros creativos en barrios y pueblos. En las más pequeñas comunidades.
  • El arte elitista tiene que, en sus temáticas, aproximarse a la sociedad, escuchar los murmullos (gritos) de la calle.
  • Cambiar la concepción clásica del espacio, teatro, auditorio, galería, por otros de uso habitual de la población. El espacio público es el más indicado para presentar los trabajos de aquellos que quieran ser escuchados por la sociedad.
  • Estar bien atento a los nuevos movimientos que la sociedad va generando para no cortar el paso, sino más bien, prestarles el mayor apoyo para que se puedan desarrollar.
  • Hace falta reconsiderar el concepto de calidad artística, ligado a la cultura elitista, para hacerlo más abierto y que entren en consideración otros elementos como también el proceso creativo y no solo el resultado final.

domingo, 13 de junio de 2010

Combaten usando el aerosol

LA EVOLUCIÓN DEL GRAFFITI OLD SCHOOL AL NEOGRAFFITI EN EL ESPACIO URBANO DEL DISTRITO FEDERAL (2000-2004)

El trabajo está dividido en diferentes apartados:

Primeramente nos muestra una introducción.

El primer punto se titula Pintando el mundo. Está dividido en varias partes:

  • La Historia del graffiti.
  • ¿Qué es el graffiti?
  • Su razón de ser.
  • Vocabulario del graffiti.
  • El graffiti y el tag.

El segundo punto tiene por nombre de graffiti en México.

  • Acamonchi y el neograffiti en México.
  • Algunos grupos de la ciudad de México.
  • Recorriendo las avenidas importantes.
  • El artista mundial que abrió camino.

El tercer punto se basa en el gobierno contra el graffiti y a la inversa…

  • Las multas y los apoyos gubernamentales.

Cuarto punto: De la calle a la galería o el simple estrellato.

Conclusión.

Bibliografía.

INTRODUCCIÓN

Lo que consigue con la introducción es mostrarnos por encima de lo que va a hablar, observamos el mundo de los graffitis y su intencionalidad y el por qué.

En un principio nos lo muestra como una forma de arte, en la que el artista busca mostrar su arte en cualquier parte de la ciudad. Dándole igual el lugar y la situación. Esta forma lo pone desde el punto de vista de desahogarse de una forma anónima y pública.

Después se centra en explicarnos en lo que consiste la nueva modalidad llamada neograffiti, stencil art o street art. Y cómo el arte del graffiti ha evolucionado y se ha hecho mundial. Y es para la autora, una estrategia de invasión internacional urbana pacífica que explota la creatividad de quien lo desarrolla.

PINTANDO EL MUNDO

Historia del graffiti:

Puntúa, a través de la real Academia de la Lengua Española. Que la forma correcta de llamar al graffiti sería graffito.

Posteriormente, hace un paso por cuándo empezó este arte y la evolución que ha ido sufriendo a lo largo del paso del tiempo.

¿Qué es el graffiti?:

Para explicarlo, coge diferentes citas de diferentes personalidades de tiempos diferentes. No se basa en una sola opinión.

También hace un paso del tiempo, para que se vea la evolución del graffiti y cómo lo ven las personas del momento.

Finalmente nos muestra su uso e intencionalidad.

Su razón de ser:

Nos habla de las tribus y de su jerarquía. Tienen normas propias de comunicación interna. Es un grupo cerrado.

El graffiti se realiza como una expresión discursiva del tag y de los valores contextuales que esto conlleva.

En cuanto al mensaje, muchas piezas están acompañadas de textos cortos que indican de forma muy clara las intenciones y expectativas del escritor, nos informan de las circunstancias en que han sido realizados o el URL24 del crew, u oner que lo realizó. Pueden ser de naturaleza reivindicativa social o política, un grito de burla a las fuerzas de orden público, una advertencia a otros grupos de escritores, etc.

Vocabulario del graffiti

Aquí destaca las palabras que usan ellos y son:

- Es interesante el significado de quemar o incendiar,

- Borrar, tachar o pasar

- Bombardeo

- Carácter, personaje o muñeco.

El graffiti y el tag

Los esquemas de representación del universo presentes en el graffiti son en cierta medida los indicadores de la percepción que el artista posee de la sociedad y del mundo.

El tag se somete a un proceso de descomposición y enriquecimiento que le confiere una nueva naturaleza variada y reconocible cada vez de forma diferente, ya que su importancia está en la imagen que se utilice.

Además, la producción de graffiti no es homogénea. Podemos distinguir diversos tipos de obras de graffiti.

EL GRAFFITI EN MÉXICO

Acamonchi y el neograffiti en México

Acamonchi es un movimiento adentro de otro, Arte Pop vs. Graffiti, o como antes mencionamos, neograffiti, guerrilla art, etc. Cabe mencionar que el graffiti aun no es tomado en cuenta por los curadores de arte y no tiene espacio en los museos.

El neo-graffiti o arte de guerrilla27, y que consiste básicamente en plagar los muros de la cuidad, sólo que ahora los jóvenes disidentes, además de usar latas de aerosol, usan esténciles28 o carteles con ilustraciones sugerentes, stickers o mejor dicho, calcomanías previamente impresas, que acortan el tiempo y el riesgo de ser sorprendidos por la ley.

Todo esto con fotografías que muestran los estilos.

Algunos grupos de la Ciudad de México

Habla de tres grupos.

Contraste visual utilizaba las calles del Centro Histórico para exponer sus graffitis, en los cuales marca su URL para ser contactado o conocer más sus trabajos.

Coffeecup, explotaba imágenes del Santo, de Gardel, del actor Mauricio Garcés, Pavarotti, tomas de las películas de Buñuel e imágenes del presidente Bush o una simple taza de café, entre otros.

En la zona centro los graffitis de un colectivo que firma con “V” o una “L” invertida con puntos. Estos son realizados en papel kraft, papel bond o en algunos casos fotocopias de una foto.

Recorriendo las avenidas importantes

Diferencia las zonas de México y pone imágines de graffitis del lugar.

Avenida Coyoacán y cercanías al centro.

Avenida Insurgentes, desde la zona de Coyoacán hasta la Glorieta de los Insurgentes.

Colonia Condesa.

Colonia Juárez.

Avenida Reforma y el cruce con la Avenida Reforma.

Zona centro de la ciudad, las inmediaciones del Zócalo capitalino o mejor conocido como el “Primer cuadro” de la ciudad.

El artista mundial que abrió camino

Cada generación tiene su forma muy particular de demostrar el descontento respecto a la situación que vive, ya sea con manifestaciones públicas, música o con cierta forma de vestir, digámoslo así, etiquetas que demuestren su sentí. Pero en los últimos años la propaganda “subversiva” se ha unido con el diseño e invadió las paredes del mundo.

Banksy es un popular artista de graffiti de Bristol, Reino Unido que utiliza su arte callejero para promover visiones distintas a las de los grandes medios de comunicación. Esta intención política detrás de su llamado "daño criminal" puede estar influida por los Ad Jammers, los cuales deformaba imágenes de anuncios publicitarios para cambiar el mensaje.

El referente mexicano, Gerardo Yépez o mejor conocido como Acamonchi, inició una carrera en las galerías de los Estados Unidos, trabajos para empresas internacionales y radica en San Diego, Yépez al paso de los años es parecido a Banksy, de las calles a las galerías, a la publicidad, en pocas palabras, al estrellato.

EL GOBIERNO CONTRA EL GRAFFITI Y A LA INVERSA…

Las multas y los apoyos gubernamentales.

Lo más destacado son tres apartados:

Según el Código Civil de la Ciudad de México el hacer graffitis es un delito que se penaliza con una multa de 200 salarios mínimos o arresto de 24 horas. En otras latitudes del país es similar el monto de la multa.

Pero también para bajar el nivel delictivo se han creado festivales y concursos

Ciudad Graffiti fue inaugurada en 2006 por el entonces Alcalde Omar Fayad Meneses, en lo que era la colonia Adolfo López Mateos, localizada en la parte alta de la capital. Este lugar en el que los jóvenes tuvieron un espacio de expresión urbana.

Después el actual Ayuntamiento encabezó las tareas para pintar los muros y bardas a finales de noviembre, tal como lo han venido haciendo en otras áreas. Y fue de esta manera, con pintura blanca y verde, como fueron cubiertos los graffitis y se le dio una nueva imagen a la colonia.

Además de recubrir las zonas con expresiones artísticas, el Edil también se comprometió a que personal de la Alcaldía retiraría el letrero que daba el nombre e identificaba a Ciudad Graffiti.

DE LA CALLE A LA GALERÍA O EL SIMPLE ESTRELLATO

Algunos ejemplos internacionales de graffiteros que han saltado a la fama.

El libro Latin American Graphic Design, con más de 200 autores, el mayor número de ellos, de los cuales 36 son mexicanos.

Barry McGee.

Stephan Doitschinoff.

Alexandre Órion.

Blu.

RETNA.

Frank Shepard Fairey. OBEY.

Cartrain.

Jerónimo López.

CONCLUSIÓN

Su conclusión se puede dividir en cuatro párrafos diferentes.

En México, el neograffiti ha sido entendido de muchas formas.

Neograffiteros de otros países han volteado la mirada a nuestro país y han bombardeado avenidas importantes con sus diseños. Lo que haría pensar en los procesos de hibridación y globalización para entender mejor esta actividad juvenil.

Las nuevas formas en las que los jóvenes se asocian para realizar su pegado de imágenes, da la idea de la transformación de las tribus juveniles, de tal forma que ya no es tan importante ser parte de un grupo o ser estudiante de artes plásticas o diseño para poder realizar un neograffiti. Las variedades de géneros musicales que escuchan los nuevos graffiteros son tan bastas como los colores o las imágenes que usan.

La destreza para realizar sus stencils o stickers, han dado verdaderas joyas visuales que merecen ser ubicadas en exposiciones temporales, aunque esto signifique que pierda su originalidad, fugacidad y fin.

CONCLUSIÓN PERSONAL DEL TRABAJO

Pensamos que es un trabajo muy amplio y desarrollado.

Utiliza un lenguaje muy sencillo, conciso y claro.

Está dividido en diferentes apartados:

La introducción es una de las partes que mejor están, y que explica las cosas de una forma ordenada y sencilla. Explica la situación del graffiti y en que consiste.

Un punto muy completo es el que trata La Historia del graffiti. ¿Qué es el graffiti? Su razón de ser. Vocabulario del graffiti. El graffiti y el tag.

Consigue plantearte el tema y adentrarte en él. Abarca lo más importante y saca las dudas que puedas tener. Te ubica en su evolución y en sus partes.

Lo hace de una forma muy completa, sencilla y clara.

En el apartado de México habla de Acamonchi y el neograffiti en México; Algunos grupos de la ciudad de México; Recorriendo las avenidas importantes; El artista mundial que abrió camino.

Al terminar este apartado, acabas sabiendo cómo se ven las cosas en México. Y cómo han ido cambiando.

Como lo hizo anteriormente, utiliza un sistema sencillo y factible a la lectura. Sin generar dudas y abarca gran número de apartados, consiguiendo llegar al kit de la cuestión.

Pasa por todos los apartados necesarios para comprender mejor es estado y situación del graffiti y su evolución.

Sobre el gobierno contra el graffiti y a la inversa… habla de las multas y los apoyos gubernamentales. Es escueto pero válido.

Finalmente, la calle a la galería o el simple estrellato. Creo que es el apartado que más daría que hablar a las personas tanto de dentro como de fuera del mundillo. Pues ¿dejaría de ser arte urbano?

Creemos que debería haber realizado una conclusión más amplia y concreta. Pues después del trabajo realizado. Queda un poco insulsa.

Una parte destacadísima, es la parte ilustrativa, pues es amplia y se puede observar cada apartado muy detallado. Es una de las partes que más nos ha gustado y pensamos que es muy acertada.

Documental "La calle no calla"

Como cierre a nuestro trabajo y como ejemplo al estudio realizado, aquí presentamos un documental titulado "La calle no calla" realizado en México y donde se muestran ejemplos de imágenes y artistas autóctonos sobre Arte Urbano: